“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.”
“La Revolución era, pues, una necesidad, y la Revolución se está haciendo, y la Revolución ¡se hará! “Y ¿qué es una revolución? ¿ Es, acaso, un proceso pacífico y tranquilo? ¿Es acaso, un camino de rosas? La revolución es, de todos los acontecimientos históricos, el más complejo y el más convulso. Es una ley infalible de todas las revoluciones, y la historia lo enseña; ninguna revolución verdadera dejó de ser, jamás un proceso extraordinariamente convulso, o, de lo contrario, no es revolución. Cuando hasta los cimientos de una sociedad se conmueven, y solo la revolución es capaz de conmover los cimientos y las columnas sobre las cuales se erige un orden social, como solo una revolución es capaz de conmoverla, y si esos cimientos no se conmueven, la revolución no tendría lugar, porque una revolución es algo así como destruir un viejo edificio para construir un edificio nuevo, y el nuevo edificio no se construye sobre los cimientos del edificio viejo. Por esos, un proceso revolucionario tiene que destruir para poder construir”.
“Esta Revolución ha significado, en primer lugar, no solo que el pueblo es libre, no solo que se acabó el crimen, no solo que se acabaron los atropellos, las torturas, los golpes, las humillaciones que constantemente estaba sufriendo cualquier ciudadano: significa que el pueblo ha llegado al poder“.
”La Revolución democrática que ha llegado al poder, es la Revolución cuya características tiene que ser necesariamente la interpretación de los deseos, de los anhelos de la mayoría del pueblo. La Revolución ha llegado al poder no para que mande un grupo de hombres, sino para que mande el pueblo. El pueblo es el que está gobernando.”
“Y ese el secreto de nuestra Revolución, de la fuerza de nuestra Revolución: que volvió sus ojos hacia la parte más necesitada y sufrida de nuestro pueblo; que volvió sus ojos hacia los humildes, para ayudarlos.
“Y ese es el único crimen que hemos cometido, dejar de ser vendidos gobernantes a los grandes intereses nacionales o extranjeros, para ser gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.”
“La Revolución, sobre todo, vale por lo que significa de esperanza para los que nunca tuvieron esperanza; por lo que significa de atención y de recuerdo para los que siempre fueron olvidados; por lo que significa para el hombre que lo ha redimido, que permite que ese hombre humilde del pueblo no se sienta avergonzado de ser pobre, no se sienta avergonzado de ser humilde; de que ningún compatriota, porque sea pobre o porque sea negro, tenga que sentirse avergonzado, porque esta no es una falta ni mucho menos. “
Si quisiéramos medir el mérito de nuestra Revolución y el valor de nuestra Revolución, bastaría observar el odio que contra ella sienten los grandes intereses reaccionarios del mundo; bastaría observar el odio que contra ella siente el peor y más explotador de los imperialismos modernos; bastaría observar el odio que contra ella siente la prensa más reaccionaria del mundo, la campaña tremenda de calumnias que se comenzó a realizar desde el primer día contra ella, para comprender, para satisfacción de nuestro pueblo, que nuestra Revolución pasará también a la historia como una gran Revolución.”
“Una idea justa que aparece, vence”
“Manda el que dice a tiempo la verdad. La verdad bien dicha, dicha a tiempo, disipa, como si fuesen humo, a sus enemigos”
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