La importancia y envergadura de las actividades que realizan las Naciones Unidas para promover y proteger los derechos humanos siguen ampliándose, si bien el mandato central no ha variado: asegurar el pleno respeto de la dignidad humana de los «pueblos de las Naciones Unidas», en cuyo nombre se redacto la Carta. Mediante los mecanismos internacionales, las Naciones Unidas actúan en varios frentes:
· Como conciencia mundial – Las Naciones Unidas han tornado la iniciativa de establecer a escala internacional normas aceptables de comportamiento para las naciones y han logrado centrar la atención de la comunidad internacional en las prácticas de derechos humanos que amenazan con socavar esas normas. Las declaraciones y convenciones sobre derechos humanos son aprobadas por la Asamblea General, lo que hace resaltar su universalidad.
· Como legislador – Se ha llevado a cabo una codificación sir precedentes del derecho internacional. Los derechos humanos de las mujeres, los niños, los presos y detenidos y las personas con discapacidad, así como violaciones tales como el genocidio, la discriminación racial y la tortura, por mencionar solo algunas cuestiones, forman actualmente una parte importante del derecho internacional, que en otras épocas se ocupaba casi exclusivamente de las relaciones entre Estados.
· Como vigilante – Las Naciones Unidas desempeñan un papel trascendental por lo que respecta a garantizar que los derechos humanos no solo se definan en abstracto sino que se apliquen en la práctica. El Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) constituyen los primeros ejemplos de tratados que facultan a órganos internacionales a vigilar como cumplen sus obligaciones los Estados. Los órganos creados en virtud de tratados, los relatores especiales y los grupos de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos tienen sus propios procedimientos y mecanismos para vigilar la observancia de las normas internacionales e investigar denuncias de violaciones. Sus resoluciones sobre casos concretes tienen una autoridad moral que pocos gobiernos están dispuestos a desafiar.
· Como centro de control – La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos recibe comunicaciones de grupos y de particulares que denuncian violaciones de sus derechos humanos. Cada año se reciben más de 100.000 denuncias. La Oficina remite esas quejas a los órganos y mecanismos pertinentes de las Naciones Unidas, teniendo en cuenta los procedimientos de aplicación establecidos en las convenciones y resoluciones. Las solicitudes de intervención urgente pueden enviarse a la Oficina tanto por fax (41 22 – 917 9003) como por medio del correo electrónico (webadmin.hchr@unog.ch).
· Como defensor – Cuando el relator o el presidente de un grupo de trabajo es informado de que esta a punto de cometerse una violación grave de los derechos humanos -como una tortura o una ejecución extrajudicial inminente- dirige un mensaje urgente al Estado de que se trate pidiéndole detalles y haciéndole un llamamiento para que garantice los derechos de la presunta victima. Esos llamamientos son formulados en particular por los relatores especiales sobre la tortura y las ejecuciones arbitrarias, así como por los grupos de trabajo sobre desapariciones y detenciones arbitrarias.
· Como estudioso – Los datos reunidos por las Naciones Unidas sobre cuestiones de los derechos humanos son indispensables para desarrollar y aplicar la legislación en ese ámbito. Así, varios estudios sobre países sirvieron de base para redactar un instrumento destinado a proteger los derechos de las poblaciones indígenas. Los estudios e informes que prepara la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos a petición de órganos de las Naciones Unidas encargados de cuestiones relacionadas con los derechos humanos indican cuales son las políticas, prácticas y nuevas instituciones que pueden servir para promover la observancia de los derechos humanos.
· Como foro de apelaciones – Con arreglo al primer Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la Convención contra la Tortura, los particulares pueden presentar denuncias contra los Estados que hayan aceptado el procedimiento de apelación, una vez que se hayan agotado todos los recursos internes. Además, con arreglo a los procedimientos establecidos por la Comisión de Derechos Humanos, la propia Comisión, la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos y sus grupos de trabajo examinan anualmente numerosas denuncias que les presentan oralmente las organizaciones no gubernamentales y los particulares.
· Como investigador – La Comisión de Derechos Humanos ha establecido mecanismos para examinar ciertos tipos de abusos y violaciones en un determinado país e informar al respecto. Los mecanismos encargados de esa tarea políticamente delicada, humanitaria y en ocasiones peligrosa son los relatores/representantes especiales o los grupos de trabajo. Unos y otros reúnen información, se mantienen en contacto con los grupos locales y las autoridades, realizan visitas sobre el terreno cuando lo permiten los gobiernos y formulan recomendaciones sobre el modo de fortalecer la observancia de los derechos humanos.
· Como diplomático discreto – El Secretario General y la Alta Comisionada para los Derechos Humanos plantean de manera confidencial a los Estados Miembros cuestiones relativas a los derechos humanos, como, por ejemplo, las referentes a la liberación de presos, la conmutación de penas de muerte y otros asuntos. La Comisión de Derechos Humanos puede pedir al Secretario General que intervenga o envié un experto para examinar una situación de derechos humanos, con miras a impedir violaciones manifiestas. Además, el Secretario General realiza gestiones de diplomacia discreta en el ejercicio de sus «buenos oficios», lo que contribuye a afirmar el interés legítimo de las Naciones Unidas y a poner fin a los abusos.
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