Las autoridades belgas han activado la alerta antiterrorista en Bruselas, tras haber abortado un plan para liberar a Nizar Trabelsi, un terrorista tunecino vinculado a Al Qaeda condenado por un atentado frustrado contra una base militar.
La operación, ordenada por un juez de Bruselas especializado en asuntos de terrorismo, implicó quince registros en distintos distritos judiciales y llevó a la detención preventiva de 14 islamistas.
Los arrestados tienen ‘una visión extremista del Islám y preparaban un plan de evasión con armas y explosivos’, informó en rueda de prensa la portavoz de la Fiscalía, Lieve Pellens.
Durante los registros no se encontraron las armas ni los explosivos a los que hizo referencia Pellens, pero sí se requisaron ordenadores y documentación que están siendo analizados.
Previsiblemente, la Fiscalía anunciará mañana si presenta órdenes de detención contra los arrestados.
Según la cadena de televisión francófona RTL, una de las catorce personas detenidas es Malika El Aroud, viuda de Dahmane Abd El Sattarl, uno de los asesinos suicidas del comandante afgano Ahmed Sha Masud, líder de la resistencia afgana contra el régimen talibán.
Tras la muerte de su marido en el citado atentado, el 9 de septiembre de 2001, Malika, belga de origen marroquí, organizó una red de apoyo a islamistas encarcelados, como Nizar Trabelsi.
La mujer ya había sido condenada en Suiza en junio pasado, junto a su segundo marido, por apoyo a grupos terroristas islamistas.
La Fiscalía no dio detalles del plan de liberación de Trabelsi, un ex futbolista profesional que viajó a Afganistán, conoció al líder de Al Qaeda Osama Bin Laden y fue detenido dos días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU cuando planeaba un ataque suicida.
El islamista fue transferido a finales de noviembre de la prisión de Arlon a la de Lantin, a raíz de las sospechas de que planeaba fugarse y después de protagonizar continuas denuncias sobre supuestas violaciones a sus derechos como presidiario.
Esta misma semana, fue trasladado de Lantin a la prisión de Nivelles, en el sur del país, aunque en esta ocasión en aplicación de un protocolo de seguridad, tras la llegada al centro de otro preso sometido a un régimen de vigilancia especial, según la agencia Belga.
La detección del plan de evasión ha llevado a la Policía Federal a activar, en principio hasta el próximo 2 de enero, las medidas antiterroristas que ejecuta cuando Bruselas, sede de las instituciones de la Unión Europea y de la OTAN, alberga cumbres del máximo nivel.
La portavoz de la Fiscalía lo justificó argumentando que, si los detenidos pensaban emplear armas y explosivos, existe el riesgo de que otros activistas puedan usar tales medios en acciones armadas durante las próximos días.
Posteriormente, el primer ministro interino, Guy Verhofstadt, que acababa de jurar su cargo y que busca salidas a la profunda crisis política que atraviesa Bélgica, apuntó que el Gobierno ‘dispone de elementos que indican que se podría estar preparando un atentado’.
El plan de seguridad antiterrorista implica el despliegue de centenares de policías en la red del metro, el aeropuerto de Zaventem, el ferrocarril, centros comerciales y lugares de interés turístico, como la Grand-Place o las calles del centro de la ciudad que albergan estos días un concurrido mercado de Navidad.
Nizar Trabelsi, nacido en Sfax (Túnez) en 1970, era un apasionado del fútbol que llegó a jugar en ligas de Alemania y Bélgica antes de colgar las botas en 1995.
Dos días después del 11-S, fue detenido en su apartamento de Bruselas, tras descubrirse que preparaba un atentado con explosivos químicos.
Trabelsi confesó después, en una entrevista a una radio belga, que planeaba un ataque suicida contra la base militar belga de Kleine Brogel, que alberga tropas estadounidenses, y no contra la embajada de EEUU en París, como inicialmente se había sospechado.
En su proceso, que acabó con una condena a 10 años de cárcel, se jactó de haber conocido a Bin Laden durante su estancia entre los muyahidines en Afganistán.
Terra Actualidad – EFE |
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