Washington
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aseguró ayer que su paciencia con Siria «se acabó hace mucho tiempo» porque, explicó, acoge a los terroristas palestinos de Hamas y facilita las operaciones de los libaneses de Hizbulá, informó «Efe».
En la última conferencia de prensa del año, preguntado sobre si quiere hablar con el presidente sirio, Bashar Al-Assad, sobre la estabilización del Líbano, Bush fue tajante: «Siria tiene que estar fuera del Líbano».
El presidente estadounidense tiene previsto viajar a Oriente Medio entre los próximos 8 y 16 de enero, en una visita que incluye Israel y Cisjordania, además de escalas en Kuwait, Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudí y Egipto.
Según dijo la Casa Blanca, esta visita supondrá un seguimiento a los acuerdos alcanzados en la cumbre de Annapolis (Maryland) y servirá para ayudar a los israelíes y palestinos a avanzar en sus esfuerzos por lograr la paz.
Bush admitió también que todavía queda trabajo por hacer en Irak, especialmente en términos de mejoras políticas en el país. «¿Estamos satisfechos con los progresos en Bagdad? No, pero no se puede decir que no está ocurriendo nada», afirmó Bush, para quien, aunque el Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, fue criticado en varios aspectos, «hay un Gobierno que funciona».
Respuesta siria
Por su parte, el ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, acusó a EE UU de «obstruir» los esfuerzos para resolver la crisis política en el Líbano y la elección de un Presidente, y añadió que Damasco hará lo posible por ayudar al país vecino.
Ya en clave interna, Bush aseguró que no hablará de la destrucción de las cintas de vídeo de interrogatorios de la CIA hasta que no concluyan las investigaciones que están en curso.
El diario «The New York Times» recordó el miércoles que las cintas reflejaban los interrogatorios a que fueron sometidos en 2002 en Guantánamo Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri, dos sospechosos del grupo terrorista Al Qaeda en custodia de la CIA.
Y apuntaba que la Casa Blanca había estado más implicada en este asunto de lo se había dicho, ya que al menos cuatro altos asesores legales de la Presidencia se habían reunido con funcionarios de la CIA para discutir la destrucción de las cintas. La cadena de televisión CNN informó de que, entre los métodos usados en esos interrogatorios, estaba la asfixia simulada por inmersión.
El conflicto entre el Congreso y el Gobierno de EE UU por este mismo asunto se agravó ayer con la amenaza de un comité legislativo de exigir explicaciones a ese organismo del espionaje estadounidense.
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes anunció la posibilidad de ordenar la comparecencia de las autoridades de la CIA para que expliquen la destrucción de esas cintas.
Ante esa amenaza, la CIA anunció que se dispone a entregar documentos al Congreso acerca de la destrucción de las cintas, dijeron canales de la televisión local. El presidente del comité, Silvestre Reyes, señaló que se pedirá que concurran a declarar el 16 de enero el asesor jurídico de la CIA John Rizzo y José Rodríguez, ex director del Servicio Clandestino Nacional.
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