KABUL, AFGANISTÁN.- Los presidentes de Francia, Nicolás Sarkozy, y de Australia, Kevin Rudd, expresaron ayer sábado durante una visita de pocas horas en Afganistán su apoyo al gobierno de Hamid Karzai y a las tropas desplegadas en ese país.
“Aquí está en juego una guerra contra el terrorismo, contra el fanatismo, que no podemos y no debemos perder”, enfatizó Sarkozy al término de una entrevista con su homólogo afgano, Hamid Karzai, en el palacio presidencial de Kabul, junto al comandante en jefe de los 40,000 soldados de la OTAN, el general estadounidense Dan McNeill.
Sarkozy citó la “solidez de los acuerdos entre aliados”, declaró la necesidad de un “frente unido” y llamó a evitar que Afganistán “se convierta en un Estado terrorista”.
El primer ministro australiano, un socialista vencedor el mes pasado de las elecciones legislativas, aseguró a Karzai que los 900 soldados australianos en dicho país se quedarán “por largo tiempo”.
Rudd pidió durante su campaña electoral la retirada de las tropas australianas de Irak, para concentrarse en la lucha contra los talibanes, cuya insurrección causó este año más de 6,000 muertos.
Los islamistas quieren derribar el gobierno de Karzai, elegido democráticamente en 2004, y los 60.000 soldados extranjeros que lo apoyan: 40.000 de la OTAN y 20.000 de una coalición bajo liderazgo estadounidense.