Los fallecidos se habían refugiado en el templo huyendo de los disturbios. El Gobierno defiende la elección de Mwai Kibaki pese a las denuncias de fraude
LA OPINIÓN. NAIROBI El número de muertos registrados en Kenia desde las elecciones del pasado 27 de diciembre asciende a casi 200, según fuentes policiales, tras el sangriento episodio vivido ayer con la quema de más de 30 personas en una iglesia.
La tragedia se desató en Año Nuevo en la localidad de Eldoret, a unos 400 kilómetros de la capital de Kenia, Nairobi. Según diversos testimonios, una multitud encolerizada incendió una iglesia próxima a esta localidad en la que se refugiaban cientos de personas que buscaban esconderse de los disturbios de los últimos días contra la etnia kikuyu, a la que pertenece el presidente Mwai Kibaki, después de que la oposición haya rechazado los resultados de las elecciones del pasado jueves que le confirman en el puesto por un estrecho margen.
Un voluntario de la Cruz Roja que contó los cadáveres y ayudó a los heridos dijo que murieron unas 50 personas, aunque otras fuentes aseguraron que los fallecidos son entre 35 y 40 personas, la mayoría mujeres y niños.
Al parecer se trató de un incendio provocado por un grupo de manifestantes, según los medios locales, que aseguraron que las víctimas se habían refugiado en la parroquia La Asamblea de Dios precisamente porque sus viviendas habían sido quemadas.
En Nairobi, mientras tanto, la delegación de observadores de la UE ofreció una rueda de prensa en la que presentó serias dudas sobre la legitimidad de los resultados de las elecciones.
Alexander Graf Lambsdorff, jefe de la misión, pidió «la revisión del recuento por parte de una comisión independiente» y responsabilizó a la Comisión Electoral de Kenia del anuncio de cifras que no correspondían con los datos recogidos a pie de urna por los observadores internacionales.
Defensa. La conferencia de prensa de la delegación europea contrastó con la realizada poco después por Alfred Mutua, portavoz del Gobierno, que aseguró que Kibaki fue reelegido en elecciones limpias.
El portavoz también recordó que todas las manifestaciones políticas han sido prohibidas. El opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM) de Raila Odinga, que no ha reconocido la victoria de Kibaki, tiene previsto llevar a cabo una manifestación el jueves a la que dice concurrirán más de un millón de seguidores.
«No habrá manifestación», afirmó Mutua, que sin embargo recordó a los presentes que en Kenia «hay libertad de movimiento».
Además, indicó que los incidentes violentos que se han extendido por todo el país desde el primer día del recuento son obra de «gamberros».
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