NAIROBI (AFP) — La oposición keniana anunció la convocatoria el viernes de una manifestación de protesta en Nairobi, tras haber debido renunciar a ella el jueves, mientras que Estados Unidos señaló el envío de un emisario para favorecer el diálogo.
La nueva manifestación está programada a las 10H00 (07H00 GMT), indicó el Movimiento Democrático Naranja (ODM), principal partido de la oposición, cuyos partidarios debieron renunciar a concentrarse el jueves debido al enorme despliegue policial efectuado en la capital.
Desde el amanecer, la policía se afanó en dispersar a los cientos de opositores que pretendían manifestarse en el corazón de Nairobi.
Durante todo el día, las fuerzas del orden recurrieron a cañones de agua, disparos al aire y gases lacrimógenos contra los manifestantes en los accesos a la «villa-miseria» de Kibera, el feudo de Odinga.
Al menos 13 personas murieron el jueves en los enfrentamientos a lo largo del país, tres de ellas en el oeste, otro feudo de la oposición.
Con esas víctimas ascienden a 351 los muertos registrados desde los comicios, según un balance establecido por la AFP a partir de fuentes policiales, médicas y de algunas morgues.
En Kisumu (oeste), dos diputados del ODM, Shabir Shabeer y Olago Aluch, «fueron arrestados por incitar a los partidarios del ODM a manifestarse en la ciudad», declaró a la AFP un alto responsable de la policía provincial.
La violencia de los últimos días causó también unos 100.000 desplazados, según la Cruz Roja keniana, que el jueves pidió donaciones por valor de 7,5 millones de dólares (5,1 millones de euros).
Estados Unidos decidió enviar por la tarde a un emisario, la vicesecretaria de Estado para asuntos africanos, Jendayi Frazer, para tratar de promover el diálogo entre ambos dirigentes.
La Unión Europea y Estados Unidos unieron sus voces en un llamamiento a la reconciliación.
En una conversación telefónica, el alto representante de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, y la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, «acordaron que lo importante era estimular el diálogo entre los partidos de Kenia», indicó un portavoz de Solana en Bruselas.
El premio Nobel de la Paz sudafricano, Desmond Tutu, llegó el jueves a Nairobi para unirse en los esfuerzos de mediación.
La visita del presidente de la Unión Africana, John Kufuor, anunciada por el primer ministro británico Gordon Brown, finalmente se desestimó.
A últimas horas del jueves, el presidente Kibaki se declaró «dispuesto» al diálogo cuando el país recupere la «calma».
«Estoy dispuesto a mantener un diálogo con los partidos implicados una vez que la nación esté en calma y que la temperatura política haya bajado lo suficiente para un compromiso constructivo y productivo» de todas las partes.
Desde el domingo, Odinga acusaba a Kibaki de fraude en al menos 300.000 votos.
Las dudas sobre la credibilidad del escrutinio se reforzaron con las declaraciones del presidente de la comisión electoral keniana. «No sé si Kibaki ganó las elecciones», dijo Samuel Kivuitu.
Por su parte, el procurador general de Kenia, Amos Wako, estimó el jueves «necesario» emprender una investigación «independiente» sobre las elecciones.
El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, pidió un nuevo recuento de los votos.
Samuel Kobia, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, con base en Ginebra, propuso que observadores internacionales supervisen una investigación independiente sobre la elección y sobre el conjunto de reformas políticas indispensables para el país.
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