Según las fuentes, los encapuchados cortaron varios caminos interiores y provocaron al menos una treintena de focos de fuego en bosques pertenecientes a empresas forestales.
Los incendiarios, además, atacaron con piedras y otros elementos a tres helicópteros que combatían el fuego cuando se abastecían de combustible en el aeródromo de la localidad de Tirúa.
Matías Catrileo Quezada, de 22 años, alumno de Agronomía de la Universidad de La Frontera, murió el jueves a causa de un disparo cuando carabineros que custodiaban un fundo en la localidad de Vilcún, cercana a Temuco y a 670 kilómetros de Santiago, se enfrentaron a una veintena de encapuchados que quemaron 60 fardos de pasto.
El fundo, de propiedad de Jorge Luschinger, ha sufrido 23 ataques similares en los últimos siete años, por lo que cuenta con protección policial permanente.
Dirigentes de la ‘Coordinadora Arauco Malleco’, una de las organizaciones indígenas de la zona, afirmaron que los carabineros dispararon a mansalva cuando los comuneros procedían a una ‘ocupación pacífica’ del fundo, cuyos terrenos consideran parte de sus tierras ancestrales.
Los comuneros huyeron con el cadáver del universitario, que sólo entregaron a las autoridades horas después, tras la mediación del obispo católico Sixto Patzinger.
El cadáver de Matías Catrileo era velado hoy en un ambiente tenso en el hogar universitario en que residía, en Temuco.
En tanto, el fiscal militar José Pinto, a cargo de la investigación, ordenó hoy la detención del cabo de Carabineros Walter Ramírez, de cuya arma salió presuntamente la bala que mató al estudiante.
En Santiago y localidades del sur grupos defensores de derechos humanos y ONG que apoyan la causa de los mapuches han protagonizado manifestaciones que han derivado en incidentes y detenidos.
Las organizaciones acusaron a la policía de utilizar medios de fuerza excesivos para reprimir a los mapuches que luchan por la recuperación de tierras.
José Aylwin, dirigente del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas, afirmó a radio Cooperativa que la policía ‘reprime indiscriminadamente’ a los mapuches y acusó al Gobierno de indiferencia frente a la situación.
‘No es posible que un Estado democrático, que contribuye con su voto a aprobar resoluciones de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos, tenga como política central respecto de los indígenas la represión’, sostuvo el hijo del ex presidente Patricio Aylwin (1990-1994).
El coronel Cristián Yévenes, prefecto de Carabineros de Cautín, descartó el empleo de fuerza excesiva y aseguró a los periodistas que sus efectivos emplearon las armas, ‘tras ser atacados con escopetas y boleadoras’ por los comuneros.
Organizaciones de derechos humanos, junto a dirigentes del Partido Socialista, entregaron hoy una carta al presidente de la Corte Suprema, Enrique Tapia, en la que piden que la muerte del estudiante sea investigada por la justicia civil y no por un fiscal militar.
Las agrupaciones consideran que la justicia militar carece de imparcialidad cuando en los hechos investigados hay uniformados implicados.
Recordaron, además, que el fiscal designado, José Pinto, investigó también la muerte del comunero Alex Lemún, ocurrida el año 2003 en La Araucanía, y terminó por cerrar el proceso sin determinar responsables.
Terra Actualidad – EFE
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