NUEVA YORK.- El escritor dominicano Junot Díaz ganó el lunes el Premio Pulitzer a una obra de ficción por «La prodigiosa vida breve de Oscar Wao» (The Brief Wondrous Life of Oscar Wao).
Por su parte, el dramaturgo Tracy Letts fue reconocido por su tragicomedia «August: Osage County» y Bob Dylan recibió una mención musical especial por su «profundo impacto en la música popular y la cultura estadounidense».
Daniel Walker Howe recibió el premio de historia por «What Hath God Wrought: the Transformation of America, 1815-1848» y John Matteson el de biografía por «Eden’s Outcasts: The Story of Louisa May Alcott and Her Father».
Saul Friedlander obtuvo el premio general de no ficción por «The Years of Extermination: Nazi Germany and the Jews, 1939-1945» y en el apartado de poesía hubo dos ganadores: Robert Hass por «Time and Materials» y Philip Schultz por «Failure».
David Lang ganó el premio musical por «The Little Match Girl Passion», que se estrenó el 25 de octubre del 2007 en el Carnegie Hall de Nueva York.
Junot Díaz nació en Santo Domingo, la República Dominicana en 1968. A los siete años, se inmigró a Nueva Jersey con su familia. Recibió su bacherillato de Rutgers University, y su maestría en las bellas artes de Cornell Univerisity. Actualmente trabaja como profesor de escritura creativa en Syracuse University.
La carrera oficial de Díaz como escritor empezó con la publicación de su cuento, “Ysrael”, en Story, una prestigiosa publicación trimestral literaria. Esta publicación nos introdujo a este único escritor latino. Luego otros cuentos suyos fueron publicados en The Paris Review y The New Yorker.
Su primer libro, Drown, una colección de diez cuentos, publicado en 1996, le ganó reconocimiento y respeto como un nuevo autor importante del país. Esta obra fue traducida al español bajo el título, Negocios. The New Yorker le incluyó entre veinte escritores en su lista: “Fiction Under-40. The Future of American Fiction.”.
La mejor manera de aprender sobre la vida de Díaz es a través de su ficción. Sus cuentos de ficción se basan en su propia vida. Su obra revela las dificultades que se enfrentó tanto en la República Dominica como en los Estados Unidos como inmigrante.
El tema de alienación, de vivir entre dos mundos sin sentirse como parte de ninguno, sale en su obra. Díaz también hace una crítica de la manera en que los Estados Unidos reprimen a culturas que vienen de otros países. Unos de los autores que le han impactado a Díaz incluyen a Sandra Cisneros y Toni Morrison.
Algunos críticos le han llamado a Díaz como el escritor del ghetto (“ghetto writer”) por la manera inconvencional y duro en que escribe. Se lee su obra como un idioma hablado, el idioma de sus propias experiencias, y frecuentemente incluye palabrotas fuertes e interjecciones en español.
Escribe como habla (o tal vez hablaba) llevándonos al centro de su mundo. Díaz no sigue las reglas gramaticales del inglés: no usa comillas y a veces sus párrafos se corren uno al otro. Es precisamente este estilo único, junto con su honestidad ostensible, que distingue la escritura de Díaz. Leer su obra es entrar en su vida lo cual refleja la experiencia de muchos inmigrantes.
Además de ser escritor y profesor, Díaz es activista. Contribuye a la lucha contra la violencia del policía en las comunidades dominicano-americanas. También sirve como tutor y mentor. Díaz dice que está comprometido a contar la historia de los oprimidos. El contenido de su obra refleja esta misión.
Díaz ha ganado varios premios incluyendo Pushcart Prize XXII (1997), Eugene McDermott Award (1998), y un Guggenheim Fellowship (1999). Su obra salió en Best American Short Stories en 1996, y luego en Best American Fiction en 1999.
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