Muchas auditorías «poco convenientes» fueron enterradas.
El archivo de la institución es un local, donde están amontonadas, en cajas y en fundas, cientos de auditorías y experticios financieros realizados por las pasadas gestiones a diversas dependencias del Gobierno central, organismos descentralizados y los Ayuntamientos.
Una parte de los documentos corresponden al archivo muerto y otra parte es de archivo activo, conteniendo auditorías realizadas por los pasados directivos del organismo.
Según supo DL, la Cámara de Cuentas contrataría a una empresa que pueda clasificar los documentos, y organizarlos de manera tal, que el organismo los pueda utilizar.
Una fuente informó a DL que así como está el archivo está el resto de la institución, que estuvo acéfala desde julio pasado, cuando ocho de sus miembros renunciaron y otro fue cancelado, luego de ser sometidos a juicio político por el Congreso, acusados de faltas graves en el ejercicio de sus funciones.
Otros detalles
Los nuevos miembros de la Cámara de Cuentas no salen de su asombro con lo que encontraron en ese organismo: una nómina supernumeraria, con un personal que no justificaba su posición, ni salario, y el desorden no sólo en el archivo, sino en otros departamentos.
Por ejemplo mas de 170 militares y policías nombrados para «cuidar» el edificio y tres digitadores para un solo computador.
Las computadoras están en mal estado, lo que ha impedido digitar auditorías realizadas, principalmente de los ayuntamientos.
El pleno del organismo, que preside Licelot Marte de Barrio, ha iniciado un proceso de saneamiento y organización que procura el buen funcionamiento de la entidad.
CANCELAN DECENAS
El nerviosismo se apoderó ayer de los empleados de la sede central de la Cámara de Cuentas (CC), luego de producirse decenas de cancelaciones de servidores de la institución fiscalizadora de los fondos públicos.
La flamante presidenta de la Cámara de Cuentas, Licelot Marte de Barrios, confirmó a través del periodista Víctor Mañaná, encargado de Relaciones Públicas de la institución, que por decisión del pleno del organismo se produjeron cancelaciones de empleados, que no asistían a su trabajo. A nivel nacional la Cámara de Cuentas tiene en nómina a unos 817 empleados.
Aseguró que los nombres fueron sugeridos por los directores y encargados departamentales, como parte del proceso de evaluación del personal y la labor que prestaban en la Cámara de Cuentas.
«Esas cancelaciones son el producto de su no asistencia y por lo tanto, de su no justificación del puesto que ostentaban», explicó Mañaná.