Zobeyda Cepeda
A principios de esta semana tuve la oportunidad de asistir en Nueva York a la sesión del Comité de derechos Humanos de la ONU en la que el Estado dominicano presentó su quinto informe ante el organismo encargado de dar seguimiento al cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Como activista de derechos humanos, aprecio la participación en eventos como este porque dan la oportunidad de cuestionar el ejercicio arbitrario del poder político y estatal, pues el Estado es puesto en una condición especial de interrogatorios por faltas cometidas.
En términos formales, el Comité, integrado por personas expertas independientes, reclamó la presentación tardía del informe y de las respuestas a puntos considerados como críticos, enviadas posterior al depósito del informe, depositadas el viernes antes al lunes en que debían ser examinadas, y en español, pues aunque Naciones Unidas tiene varias lenguas de trabajo el inglés es el de más dominio. Muestra de la falta de atención al evento en el que debía dar cuenta de sus obligaciones.
Como puntos clave de cuestionamientos estuvieron las ejecuciones o muertes cometidas por fuerzas del orden contra la población, llamados por la Policía Nacional como “intercambio de disparos”. Específicamente la delegación fue requerida a informar sobre el número de agentes del orden sancionados por la comisión de este tipo de hechos así como las reparaciones a las víctimas y sus familiares. El Estado además fue urgido a iniciar el funcionamiento de la defensoría del pueblo.
Otro tema fuertemente abordado por el Comité fue la desnacionalización o negación a otorgar documentos de identidad a personas de ascendencia haitianas nacidas en territorio dominicano. Realmente la delegación dominicana no tuvo argumentos cuando se le cuestionaron las justificaciones interpretativas a la ley de migrantes y de la nueva Constitución.
Tomando en cuenta que el país es parte de los siete en el mundo que penaliza el aborto en toda circunstancia y que el Congreso Nacional está conociendo la creación del nuevo Código Penal, el comité urgió al Estado despenalizar la interrupción del embarazo sobre todo en determinadas causales, a partir de las sugerencias hechas por otros organismos de Naciones Unidas como el Comité CEDAW.
El embarazo en adolescentes, la falta de educación secular, los atentados a la libertad de prensa, como la muerte de un periodista el pasado año, y las amenazas que han recibido personas comunicadoras, sobre todo aquellas que han investigado actos de corrupción, fueron también examinados.
Sobre la delegación dominicana, hay que decir que fue como siempre, numerosa; y a nuestro entender no logró responder con contundencia, claridad y especificidad los cuestionamientos hechos, salvo una excepción respecto a los temas relacionados con las mujeres. Por las demás personas, las respuestas fueron evasivas y descontextualizadas. Ejemplo fue la negación rotunda y reiterada de que en el país se discrimina a las personas haitianas y de origen haitiano; o que tampoco se discrimina a las personas Gays, Lesbianas, Sexuales o Transexuales (GLBT) sólo porque no hay una ley que condene este tipo de relaciones, muestra de una diplomacia con poca experiencia, o tal vez para la situación real del país no existen formas lingüísticas con qué maquillar. La estrategia siempre para responder fue la aprobación o no de leyes, misma lógica utilizada en el informe oficial.
Aunque las observaciones finales se darán a conocer en pocos días, la percepción ha sido de pocos avances en relación al anterior informe presentado hace más de once años.
Como sociedad civil, salvo algunos detalles evaluativos a lo interno, hay que destacar el importante trabajo de coordinación, cohesión e interés de presentar y defender un trabajo como grupo que develara de manera amplia las inequidades e injusticias a la población, sobre todo a la de menos recursos. El reto es la difusión, seguimiento y monitoreo de las recomendaciones.
Si desean ver la nota de prensa en inglés de Naciones Unidas pueden visitar este link
http://www.un.org/News/Press/docs//2012/hrct740.doc.htm