El presidente francés, Nicolas Sarkozy, amenazó ayer en El Cairo con romper las relaciones con Siria si el régimen que preside Bachar al-Asad no colabora en buscar una solución pacífica a la crisis política que vive Líbano. «No mantendré contactos con Damasco a menos que recibamos pruebas de que ellos han permitido a los libaneses elegir a un presidente consensuado», dijo en una rueda conjunta con su homólogo egipcio, Hosni Mubarak.
«Siria debería dejar de hablar y empezar con hechos. No podemos esperar para siempre», siguió Sarkozy, mientras que Mubarak apuntó que «no es aceptable que Líbano permanezca paralizado sin presidente» y pidió a Damasco que intervenga para conseguir la reconciliación, «porque de otra manera el asunto se volverá más complicado», según consideró. Para el estadista norteafricano, Siria es el país que ejerce «una mayor influencia sobre las facciones libanesas».
Líbano vive un vacío de poder desde el pasado 24 de noviembre, ante la incapacidad de su Parlamento para elegir a un presidente por las discrepancias entre los distintos grupos políticos.
Visita oficial
Sarkozy inició ayer una visita oficial de dos días a la capital egipcia, en donde se reunió por la mañana con Mubarak, con quien trató, además, el proyecto de la Unión por el Mediterráneo, el programa nuclear pacífico de El Cairo, el proceso de paz entre palestinos e israelíes, y las situaciones en el territorio iraquí y en la región sudanesa de Darfur.
En cuanto a Irán, el presidente francés señaló que París mantendrá una política de acercamiento basado en «el diálogo y la justicia» para tratar el contencioso con Teherán por su programa nuclear. «No vamos a rendirnos, porque sin un diálogo mutuo empujaremos al mundo al borde de la catástrofe», indicó.
También reiteró la la voluntad de su país para ayudar a Egipto a desarrollar su programa atómico con fines pacíficos.
Fundación Comunidad Esperanza y Justicia Internacional 
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